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Cristina Prada - Todo lo que perdí

Autor/a: Cristina Prada
Título: Todo lo que perdí
Serie: Una caja de discos viejos y unas gafas de sol de 1964 01

Género: Erótica
Editorial: Planeta de libros
Sello: Booket
Fecha de publicación:  03-07-2018
ISBN:
978-8408186854
Páginas: 468
Precio papel (Bolsillo): 8,95 €
Precio ebook: 4,99 €


Gracias a la editorial por el ejemplar. Podéis encontrar más información en su web, aquí.



Cande Martín ha vuelto a Madrid porque su hermano Rodri la necesita. Pero la ciudad sigue repleta de los recuerdos que lleva tres meses tratando de olvidar y, sobre todo, sigue llena de él, de Sergio Herranz. Sus manos, su olor, sus besos... Tan guapo e inaccesible que duele. Cande lo ha querido con locura, pero todo resulta muy complicado y algunas heridas nunca se cierran... ¿o sí?

Conoce el pasado de Cande y vive con ella su presente. Adéntrate en esta historia repleta de pasión y descubre si el hombre canalla y complicado puede ser el amor de tu vida. Porque los chicos malos también se enamoran y cuando lo hacen es para siempre.


Serie Bilogía Una caja de discos viejos y unas gafas de sol de 1964:
  1. Todo lo que perdí
  2. Todo lo que encontré
Otros títulos de la autora
Serie Manhattan Love:
  • 01- Crazy Manhattan Love
  • 02- Manhattan Exciting Love
  • 02,5- Manhattan Lola Love
  • 03- Manhattan Sexy Love




¡Hola a todos!

Todo lo que perdí es la primera entrega de la bilogía Una caja de discos viejos y unas gafas de sol de 1964 de la autora Cristina Prada. Su primera publicación fue en formato digital por el sello Zafiro de la editorial Planeta, ahora llega a nuestras manos en papel en formato de bolsillo gracias a el sello Booket de esta misma editorial. 




Todo lo que perdí es un romance de oficina.

Cande se quedó huérfana muy niña a cargo de su hermano mayor Rodri, que la adora y cuya adoración es totalmente correspondida por Cande. Sin embargo con su hermana Estela la relación es distante y complicada, al igual que con Julia, la mujer de Rodri a la que Cande no soporta. Es una chica que desea ser independiente, por lo que estudia derecho y a la vez trabaja en el departamento de Recursos Humanos en Freirá y Asociados donde también trabajan su hermano Rodri, y sus  mejores amigas Martina y Sira. Cande a sus veintiún años está totalmente encaprichada de su jefe el señor Sergio Herranz, a pesar de que parece que ella no existe para él, no puede evitar hacer volar su imaginación en lo que a él respecta e imaginarse todo tipo de escenas con él como protagonista.

«La conclusión a la que llegaba siempre era la misma: se me estaba yendo un poco la cabeza y era drástico y urgente que dejase de fantasear con él. Si no, corría el riesgo de que un día dijese algo como «señorita Martín, tráigame los informes de contratación del mes pasado» y yo me presentase en lencería en su despacho, convirtiéndome en la primera empleada a la que despidiesen por acoso al jefe y no al revés.»

Al comienzo de la historia veremos una Cande que vuelve a Madrid, ya que su hermano se va a divorciar y necesita de su apoyo, una vez allí y en un arrebato, decide dejar atrás su vida en Barcelona volver de nuevo para apoyar a su hermano. Cande se marchó destrozada y con el corazón roto y tres meses después aún no ha terminado de superar lo ocurrido tiempo atrás.

Cande es un personaje que parece evolucionar durante la historia, para darnos cuenta después de que no ha aprendido nada y que vuelve a cometer los mismos errores. Una chica que está comenzando a vivir y que a mí me dio la impresión de no estar enamorada, sino obsesionada en una relación muy poco sana para ambos que solo les aporta dolor y sufrimiento. La típica relación idealizada en la que estás tan enfocada en la fantasía romántica que te has montado en tu cabeza que no puedes ver más allá de ella, aunque las cosas no son como esperas y a tu alrededor haya gente que vale mucho más la pena. Creo que es una chica cuya inexperiencia le hace no darse cuenta de que la relación no tiene futuro, y cuando se da cuanta de ello está tan enamorada que lo justifica todo con tal de no perder a la persona que ama.

«Es el problema de enamorarse de alguien que sabes que te hará daño: aun sabiendo que no es bueno para ti, no puedes evitar necesitarlo.»

«Tenía que convencerme de una maldita vez de que, por mucho que lo quisiese yo, eso no significaba que él me fuera a querer a mí.»

La relación que Cande tiene con Sergio se basa solo en el sexo, sin conversaciones, sin intimar, sin  conocerse, sin nada que pueda darle pie a creer que en el fondo hay algo más profundo, aunque Cande es una romántica incurable que vive dentro de su burbuja donde cada polvo significa una promesa de futuro para ambos y hace oídos sordos a las acciones y negativas de Sergio para no profundizar la relación.

«Quizá me estaba comportando como esas tontas enamoradas que ven lo que quieren ver y no lo que deberían. Esas cuyo novio es gay o putero o las dos cosas y encima las tratan como una mierda, pero ellas sólo son capaces de ver lo bueno y ahí están, al pie de cañón mientras su amor se tira a una drag queen llamada Furia Furibunda. ¿Y si yo era igual? ¿Y si me había convencido de que Sergio estaba dando pasos hacia una relación normal, que sentía algo por mí, y él sólo quería sexo?»

«No hablábamos mucho y cualquier rastro de intimidad, aunque fuera un tímido intento por mi parte, era silenciado por su boca estrellándose contra la mía o con una embestida brutal que me llevaba de vuelta al paraíso. La manera en la que Sergio se relacionaba con las mujeres era el sexo. No por un trauma o algo parecido, como los protagonistas de las novelas románticas, sino porque él había elegido ser así. Yo no podía evitar que eso me resultase atractivo.»

Sergio es el típico hombre macarra y malote que está de vuelta de todo y hace lo que quiere cuando quiere. Es el mejor amigo de Rodri, el hermano mayor de Cande y es nueve años mayor que ella y su jefe. A Sergio apenas lo conoceremos durante la historia, solo sabemos que no puede o no quiere tener sentimientos por nadie. Sergio es como el perro del hortelano, ni come, ni deja, así que es un personaje con el que no me he sentido demasiado cómoda. No quiere una relación sin embargo propicia comportamientos que dan lugar a que Cande se haga ilusiones, echándole después un cubo de agua fría cuando ve que a la chica empiezan salirle corazoncitos de los ojos.

«Siempre envidié su inteligencia emocional, la capacidad que tiene para aislar lo que no le gusta, no quiere o le hace daño. Me pregunto en qué categoría de esas tres estoy yo.»

Por otro lado tenemos a Marcos un policía al que Cande conocerá en circunstancias muy peculiares y divertidas y que será el tercero en discordia en esta historia.

Las referencias a la música de la movida madrileña son continuas, en los bares, en la radio, en el coche, hasta tal punto que al comienzo me costaba situarme cronológicamente en la trama, no sabía muy bien si la historia que se nos narra se situaba en los ochenta o en la época actual.

Este libro es el más extenso de los dos, consta de unas cuatrocientas sesenta y ocho páginas divididas en: prólogo, veintiún capítulos más el epílogo, o epílogos pues uno de los epílogos estará narrado por Cande (la narradora de toda la historia) y otro por Sergio. La narración irá alternando capítulos del pasado donde se nos contará la historia desde su comienzo, con capítulos del presente donde vemos como Cande afronta su vuelta a Madrid y su reencuentro con Sergio.

Es una historia sobre dos personas que esperan cosas distintas en su relación, en la que uno de sus miembros quiere con demasiada intensidad y el otro nada en absoluto, o al menos no quiere sentir nada en absoluto o tiene tanto miedo a sentir que está dispuesto a hacer cualquier cosa sin importar el daño que cause en el proceso. Mientras que uno ve un anillo, hijos, y nietos en su futuro, el otro ve una relación superficial y sin complicaciones basada en la atracción física y el sexo.

Y cuando ya parece que las cosas se van asentando para Cande, que ha tomado decisiones que van a encarrilar su vida, un giro argumental de los acontecimientos lo pone todo de cabeza y nos deja con la boca abierta y la miel en los labios deseando sumergirnos de inmediato en Todo lo que encontré, el desenlace de esta bilogía.

«No tienes por qué estar triste —me decía una y otra vez—. Tu vida comienza de cero, en una nueva ciudad, con tu mejor amiga. Lo que dejas atrás es sólo todo lo que perdiste.»

Desde luego no se puede decir que esta historia no te haga sentir una miríada de emociones, la autora sabe atraparte en la trama intensa con personajes complicados y apasionados. Lo que queda claro después de leer Todo lo que perdí, es que a veces el amor duele, y querer no siempre es suficiente.


Podéis disfrutar de los primeros capítulos pinchando en VISTA PREVIA:



3 comentarios:

  1. La erótica no va nada conmigo, así que, la dejo pasar. Un beso.

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  2. Hola!
    No descarto leer esta bilogía para más adelante.
    Besitos :)

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  3. No es muy de mi estilo así es que no me animo.
    Un beso

    ResponderEliminar

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